Domingo 25 de Marzo, Cantagallo. Un barrio joven situado en la falda del cerro San Cristobal y al lado de un mercado de flores que nada tiene que ver con el mercado de la Ra
mbla de Catalunya. districto donde principalmente vive dos comunidades, los de la selva y los de la sierra andina.
Tal dia como hoy decidí junto con mi compañera de piso Sille (sin ella no lo hubiese ni intentado) ir a visitar otra realidad dentro de la ciuda de Lima. Esta ciudad llena de contrastes económicos que reflejan diferentes categorias sociales muy marcadas. Acá, al lado del rio Rimac un barrio de chabolas crece e intenta desarrollarse para tener los mínimos derechos y condiciones humanas. Aunque la casa que os muestro en la foto tenga televisión con parlantes, no se si tienen agua y luz propia. La gente es humilde, muy humilde. Admito que sufrí miedo contenido al entrar en el barrio, y es más el cobrador de la combi al bajar nos dijo que tuviesemos cuidado. Como no? Una chica noruega bien blanquita y un blanquito con sombrero!!!jajajaja!!!
Al hacer nuestro ingreso en el barrio, pasamos por medio de un campo de futbito lleno de niños adultos sentados en las paredes de las casas. Piropos para Sille. El del sombrero para mi. Tensión dentro de mi cuerpo, pero confiaba en que ha Sille ya la conocían, y entonces un poco tranquilo también estaba.
La comunidad que nosotros visitamos fue la comunidad de Shipibos. Gente que proviene de la Selva del norte, y que principalmente se dedica a la artesania que os muestro en las fotos.
La experiencia para mi fué bien extraña. Era mi primera vez en la vida que ingresaba dentro de una casa hecha de mader
as recogidas en la calle, inclinada porque el terreno estaba en pendiente, con el baño (si no mal interpreto) era el ribazo de detrás la casa que daba al rio. A este baño se accedia por una puerta que como medio de seguridad no tenia nada más que un clavo (y yo acá con medidas de seguridad, con alarma, valla alta, con LLAVES para entrar a casa!! Me sentía tan diferente a su manera de vivir, era todo tan distante de mi realidad que he podido ver con mis propios ojos fuera de la pantalla del televisor. Pero por el otro lado de la moneda queria sentirme cerca de ellos, abrirme a esa experiencia que junto con Sille, el universo me habia brindado aquella mañana de un Domingo. La verdad es que las palabras, como casi siempre, se quedan cortas para expresar la sencillez de aquella familia, la dulzura y tranquilidad de Celia (la madre de 3 niñas y 1 niño y artesana), el dialogo y el trato de Artemio (el padre de los mismos hijos que su mujer y trabajador), las niñas llena de timidez innocente, sobretodo la más pequeña que le gustaba tanto la coca-cola que Sille les habia comprado y por último su hijo que realmente no tuve la oportunidad de conocer. Todo era tan fluido. La entrevista con Artemio. El dialogo con Celia que talvez me habra la puerta para aprender a hacer artesania de la misma manera que ella la hace, es decir, con tintes extraidos de cortezas de arboles y dibujos trabajados a mano.
Después de lo que pudo ser una hora o hora y media de hablar entre nosotros decidimos salir a por nuestra combi. Y cual fué la sorpresa de Sille y mia? Que Celia y Artemio nos acompañarón fuera del barrio a por ella, y es más tomaron la misma combi que nosotros para decirnos donde teniamos que bajar. Pero la cosa no acabó ahi. Cuando nos despedimos de ellos arriba de la combi y nos pusimos a caminar de camino al centro, cuando solamente llevabamos dos cuadras caminadas, apareciron de nuevo para acompañarnos sólo que cinco o seis cuadras más porque el lugar por donde caminabamos era bravo y querian asegurarse de que todo nos fuese bien. No és eso acaso personas gentiles y preocupadas por la salud y el bienestar de sus gentes?
Personas guiadas por un instinto que les otorga el poder de hacer lo que creen correcto y bueno para los demás y para si mismos. Englobando sus cualidades. Un corazón con cuerpo de ser humano que da, recibe y reparte sin preocuparse de cuanto ni como.
Sergio Vidal Caballero 29-3-2007 Lima (PERÚ)
mbla de Catalunya. districto donde principalmente vive dos comunidades, los de la selva y los de la sierra andina.Tal dia como hoy decidí junto con mi compañera de piso Sille (sin ella no lo hubiese ni intentado) ir a visitar otra realidad dentro de la ciuda de Lima. Esta ciudad llena de contrastes económicos que reflejan diferentes categorias sociales muy marcadas. Acá, al lado del rio Rimac un barrio de chabolas crece e intenta desarrollarse para tener los mínimos derechos y condiciones humanas. Aunque la casa que os muestro en la foto tenga televisión con parlantes, no se si tienen agua y luz propia. La gente es humilde, muy humilde. Admito que sufrí miedo contenido al entrar en el barrio, y es más el cobrador de la combi al bajar nos dijo que tuviesemos cuidado. Como no? Una chica noruega bien blanquita y un blanquito con sombrero!!!jajajaja!!!
Al hacer nuestro ingreso en el barrio, pasamos por medio de un campo de futbito lleno de niños adultos sentados en las paredes de las casas. Piropos para Sille. El del sombrero para mi. Tensión dentro de mi cuerpo, pero confiaba en que ha Sille ya la conocían, y entonces un poco tranquilo también estaba.
La comunidad que nosotros visitamos fue la comunidad de Shipibos. Gente que proviene de la Selva del norte, y que principalmente se dedica a la artesania que os muestro en las fotos.
La experiencia para mi fué bien extraña. Era mi primera vez en la vida que ingresaba dentro de una casa hecha de mader
as recogidas en la calle, inclinada porque el terreno estaba en pendiente, con el baño (si no mal interpreto) era el ribazo de detrás la casa que daba al rio. A este baño se accedia por una puerta que como medio de seguridad no tenia nada más que un clavo (y yo acá con medidas de seguridad, con alarma, valla alta, con LLAVES para entrar a casa!! Me sentía tan diferente a su manera de vivir, era todo tan distante de mi realidad que he podido ver con mis propios ojos fuera de la pantalla del televisor. Pero por el otro lado de la moneda queria sentirme cerca de ellos, abrirme a esa experiencia que junto con Sille, el universo me habia brindado aquella mañana de un Domingo. La verdad es que las palabras, como casi siempre, se quedan cortas para expresar la sencillez de aquella familia, la dulzura y tranquilidad de Celia (la madre de 3 niñas y 1 niño y artesana), el dialogo y el trato de Artemio (el padre de los mismos hijos que su mujer y trabajador), las niñas llena de timidez innocente, sobretodo la más pequeña que le gustaba tanto la coca-cola que Sille les habia comprado y por último su hijo que realmente no tuve la oportunidad de conocer. Todo era tan fluido. La entrevista con Artemio. El dialogo con Celia que talvez me habra la puerta para aprender a hacer artesania de la misma manera que ella la hace, es decir, con tintes extraidos de cortezas de arboles y dibujos trabajados a mano.
Después de lo que pudo ser una hora o hora y media de hablar entre nosotros decidimos salir a por nuestra combi. Y cual fué la sorpresa de Sille y mia? Que Celia y Artemio nos acompañarón fuera del barrio a por ella, y es más tomaron la misma combi que nosotros para decirnos donde teniamos que bajar. Pero la cosa no acabó ahi. Cuando nos despedimos de ellos arriba de la combi y nos pusimos a caminar de camino al centro, cuando solamente llevabamos dos cuadras caminadas, apareciron de nuevo para acompañarnos sólo que cinco o seis cuadras más porque el lugar por donde caminabamos era bravo y querian asegurarse de que todo nos fuese bien. No és eso acaso personas gentiles y preocupadas por la salud y el bienestar de sus gentes?
Personas guiadas por un instinto que les otorga el poder de hacer lo que creen correcto y bueno para los demás y para si mismos. Englobando sus cualidades. Un corazón con cuerpo de ser humano que da, recibe y reparte sin preocuparse de cuanto ni como.
Sergio Vidal Caballero 29-3-2007 Lima (PERÚ)
